Mosaicos de esmalte

Técnica

La característica principal del mosaico de esmalte es el brillo. Su intensidad puede variar según la presencia de óxido de plomo, el cual incide también en la gama tonal y en la facilidad de cortar las teselas sin provocar el astillado de las mismas. El esmalte se usa a menudo en los mosaicos de época bizantina, y en particular para la realización de iconos.

Elaboración

1) Las teselas, usualmente de cristal esmaltado de Murano, presentan una forma cuadrangular. Durante la realización de la obra, sin embargo, se pueden adaptar al dibujo, rompiéndolas con una martellina y un cortador, fijado en un bloque de madera.
2) Las teselas se aplican entonces con pinzas.
3) Normalmente se trabaja según dos métodos diferentes: el método indirecto y el método directo. En el primero, las teselas se encolan por el revés en papel o tela, para obtener así una copia en negativo del dibujo que se desea crear, sucesivamente se da vuelta al mosaico y se coloca sobre una capa de adhesivos y cemento para rellenar todos los espacios entre las teselas y, por último, se retira el soporte principal para dejar el mosaico a la luz. En el método directo, en cambio, las teselas se encolan directamente en el soporte. Puede ser necesario utilizar ambas técnicas en la misma obra; en este caso, se habla de método doble.
4) Si el tamaño del mosaico es muy grande, la superficie total se descompone en partes más pequeñas y cómodas de manejar, prestando atención a cubrir las juntas en la fase de ensamblaje en el lugar de instalación.