Favret Mosaici se distingue por la atención que presta a las necesidades del comitente. Cada fase de elaboración se lleva a cabo con la máxima atención. La idea se desentraña y se analiza, para traducirla en un boceto, a color o en blanco y negro, de dimensiones ya sea grandes o pequeñas. Se seleccionan los materiales más adecuados para la realización, siempre de la más alta calidad, y se adapta la forma de cada tesela al diseño, rigurosamente a mano, asegurando así la unicidad de la obra final y el control total sobre la realización del proyecto. El ensamblaje se realiza en el laboratorio, dividiendo cada una de las áreas del mosaico, cuando las dimensiones lo requieren, para luego unirlas en la fase de montaje, en cualquier lugar del mundo, siempre bajo el estricto control de Favret Mosaici, disponible a viajar al lugar de la obra.
Las operaciones requeridas para la realización de los mosaicos artísticos no comporta la producción de ninguna sustancia contaminante, tóxica ni nociva para el medio ambiente, a diferencia de lo que ocurre en el caso del bronce o el mármol. Ni tampoco la elaboración, considerando que cuando se requiere la producción de pequeñas cantidades de esmalte, el material sobrante se dona a escuelas preescolares, primarias y secundarias para la realización de otros pequeños mosaicos. La actividad resulta por tanto ECOLÓGICA al 100 %.
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