Mosaicos de oro

Técnica

Los denominados “oros” son básicamente teselas en las que una fina lámina de metal (sobre todo oro, pero también plata, bronce y otras aleaciones) se fija en caliente entre dos capas de cristal. La técnica deriva de los vidrios cementeriales de los primeros cristianos, en los que la hoja se aplica y se fija con una resina, junto a una lámina transparente. El uso de la hoja de oro ha permanecido vinculado al ámbito de lo sagrado, en vista del carácter abstracto, y por tanto místico, que da a las superficies. Los mosaicos con hoja de oro son muy comunes en Arabia, para recubrir alminares, torres, campanarios, en las bóvedas o en las cúpulas de las mezquitas. También en el mundo ortodoxo es comúnmente utilizado para los iconos, las paredes, los ábsides y los frontones; basta con observar las distintas iglesias rusas.

Elaboración

1) Para el ensamblaje de las teselas con hoja de oro, se prefiere la técnica directa; es decir, las teselas se encolan directamente en el soporte.

2) La particularidad de esta elaboración está dada por la inclinación de las teselas: según la disposición, cambia el efecto de luminosidad producido por la composición.